A partir de estos principios, nos acercamos a las imágenes de los gobernantes ecuatorianos que tuvieron todo el poder en sus manos –las dictaduras- o que perdieron en un instante sus cargos –los defenestrados- para reflexionar desde la visualidad cómo se construyó y representó el poder.
Con esas imágenes del archivo, trasladamos la investigación al campo artístico para presentar dos propuestas: Una visual que rescata el pasado, propone nuevas lecturas en el presente a partir del olvido y de las marcas propias del uso de las fotografías para resignificar y entender la construcción del poder como un mensaje implícito destinado a la audiencia de un medio de comunicación impreso; y otra propuesta escénica, que parte desde la base del performance y la danza contemporánea como lenguajes del movimiento, con sus cuestionamientos sobre los paradigmas que rigen nuestros cuerpos y sus roles en la vida social y política, así como en el arte -que es política también-, planteando así una interpretación de la forma en que el ejercicio del poder, y sus representaciones mediatizadas, impactan tanto en el imaginario como en la memoria corporal individual y colectiva.